El Entorno
En coche, autobús, funicular, y para los más intrépidos a pie… son muchos los medios de transporte para subir a Artxanda y poder así disfrutar de unas vistas excepcionales de la Villa de Bilbao. Y es que a tan sólo cinco minutos de Bilbao, el monte Artxanda, conocido por muchos como el “Pulmón” de la ciudad es usado por un gran número de bilbaínos como zona de esparcimiento, para “escapar” de la gran ciudad sin necesidad de salir de ella.
El Guggenheim, las torres Izosaki, el puente Zubizuri y el popular Casco Viejo al fondo,… El Bilbao moderno y el de toda la vida se unen en una estampa singular divisada a 252 metros de altura desde este emblemático balcón de la ciudad.
Cotidiano para muchos y desconocido para otros, Artxanda es desde hace más de un siglo lugar de diversión. Su popular casino, la antigua pista de hielo y la gran variedad de restaurantes que aquí se enclavan han atraído durante años tanto a bilbaínos como a foráneos.
Con 4 merenderos y más de 100.000 m2 de extensión el monte Artxanda se convierte en el lugar ideal donde pasar el día. Hacer senderismo, recoger setas o comer al aire libre son algunas de las muchas actividades que aquí pueden practicarse.